Ver teatro aumenta su concentración y hace que entiendan mejor el mundo que les rodea. La moraleja les transmite valores; es decir, que les ayudan a distinguir el bien del mal, al igual que lo hacen muchos cuentos o películas pero de una forma totalmente motivadora al tener los personajes reales.
También el teatro es una buena manera de acercar y reforzar sus conocimientos de una manera participativa.
Los actores involucran a los niños como espectadores de manera directa. Esto se logra a través de pedirles que hagan palmas, que canten, que respondan preguntas e incluso que algunos suban al escenario a formar parte de la función ...
Así que estamos ya deseando que llegue la próxima representación. ¡Viva el teatro!.
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