Este curso hemos arrancado con " el proyecto del nombre propio" . Es muy importante trabajar sobre él. No sólo porque es esencial discriminarlo y poder escribirlo, como actividad inicial y esencial de lectoescritura, sino también por lo que nos influye el hecho de llamarnos de una determinada forma, el gran valor emocional que tiene para todas las personas.
Aprender a escribir el nombre propio es algo muy especial, ya que forma parte de la propia identidad. El niño empieza a comprender que unas determinadas letras forman parte de su nombre y que están colocadas en una determinada posición.
Muy pronto hacen suya la inicial de su nombre, diciendo que es" su letra" y van discriminando la de los compañeros.
Reconocer la escritura del nombre de los compañeros les permite conformar un grupo de pertenencia , para afianzar los lazos afectivo-sociales y contribuye a la construcción de la identidad grupal.
Pero poder reproducir correctamente esta escritura no significa que los alumnos sepan escribir de manera convencional.
Aprender a "nombrar el mundo", es un auténtico desafío.
Entre las diversas actividades que se realizan para lograr este fin (localizar el nombre en una lista escrita, señalar el encargado del día, etc) lo que se persigue es propiciar ricos intercambios sobre la lectoescritura con los compañeros, donde una y otra vez sea posible informarse, opinar y discutir sobre aquello que aparece escrito.
Es a partir de estos intercambios donde los niños tienen oportunidades de avanzar en la lectoescritura del nombre, donde es posible advertir que las letras con las que se escribe no son un conjunto cualquiera de letras, que están dispuestas en determinado orden -coincidiendo en muchos casos con las del nombre de algún otro compañero- ,que las letras poseen algún valor sonoro convencional. El intercambio y la discusión sobre el sistema de escritura se torna cada vez más intenso; se suceden y promueven solicitudes de colaboración entre ellos.
Pero esta tarea es aún más valiosa si contamos con la colaboración de casa porque se hace más motivadora y sentimos un lazo de unión entre mi cole y mi familia.
El hecho de comenzar a escribir el nombre es un avance que ,ahora, puede parecer insignificante pero es necesario tomar un poco de distancia para poder comprender que son las primeras ocasiones en las que están firmando un documento , en este caso se trata de un trabajo de infantil de 4 años o de un dibujo que dedicamos a nuestra mami. ... , pero más adelante rubricarán, quizás su primer contrato de trabajo o la compra de su primera vivienda y... todo empezó aquí. Así pues, estamos viviendo momentos trascendentales en sus vidas y..." ¡ qué suerte!... poder también formar parte de ellos".
