Esta semana hemos estado trabajando sobre Andalucía.
Al presentar la actividad del día, les comento a los niños que íbamos a hacer la torre de nuestro pueblo, "Alhaurín de la Torre" y antes de terminar la frase, una niña comenta :"¡Sabes seño... yo vivo ahí, en Alhaurín de la Torre!". Y pronto, se suman los veinticuatro restantes: "¡y yo, y yo, y yo...!". Sí. Es cierto, les respondo. Todos vivimos en Alhaurín de la Torre.
A ellos les resulta familiar este nombre y lo sienten como suyo. Ahora bien, entender que nuestro pueblo está en Málaga y , al mismo tiempo, pertenece a Andalucía es un poco complicado para un niño de tres años. Pero Málaga y Andalucía se comprenden cuando se "viven con los cinco sentidos". Y eso hacen ellos en su día a día.
Nuestros niños contemplan patios repletos de macetas, fachadas encaladas y los lunares de los volantes del traje de flamenca.
Pueden oler el azahar de los naranjos...
...el aroma a incienso en Semana Santa...
...y la brisa del Mediterráneo que se adentra en Puerta del Mar.
Saborean el gazpacho fresquito en verano...
...el pan con aceite...
...los espetos de sardinas y los rosquillos fritos.
Oyen la guitarra de Paco de Lucía y los poemas de Juan Ramón Jiménez.
Tocan la cálida arena de nuestras playas y la fría nieve en la sierra.
Y poco a poco...
..."Se van haciendo andaluces".
Es "sentirse andaluz".
¡ Felicidades Andalucía!.
